Voté por Mises aunque confieso que Hayek también es mi favorito. No obstante, deseo expresar que ambos se merecen el mejor lugar. Por supuesto, sabemos que Hayek concitó el interés de más gente por la expansión de su ideas al ámbito del derecho y la misma historia, cuestión que Mises no lo hizo. Considero, por ello, que Mises es como un albañil que va edificando ladrillo sobre ladrillo el portentoso edificio de la libertad económica que hace también a la libertad política.
Un grave error estamos cometiendo en América Latina y ahora incluso se pueden ver los efectos de este error en la misma Europa, cuando se considera a la libertad política como causa de la libertad económica. Es al revés. Y es aquí donde Mises es contundente en su apreciación del mundo. El extenso orden de cooperación social al que alude Hayek solo puede darse posteriormente en el ámbito de la política.
Víctor Pavón
Voté por Mises aunque confieso que Hayek también es mi favorito. No obstante, deseo expresar que ambos se merecen el mejor lugar. Por supuesto, sabemos que Hayek concitó el interés de más gente por la expansión de su ideas al ámbito del derecho y la misma historia, cuestión que Mises no lo hizo. Considero, por ello, que Mises es como un albañil que va edificando ladrillo sobre ladrillo el portentoso edificio de la libertad económica que hace también a la libertad política.
Un grave error estamos cometiendo en América Latina y ahora incluso se pueden ver los efectos de este error en la misma Europa, cuando se considera a la libertad política como causa de la libertad económica. Es al revés. Y es aquí donde Mises es contundente en su apreciación del mundo. El extenso orden de cooperación social al que alude Hayek solo puede darse posteriormente en el ámbito de la política.
Víctor Pavón