La vida no es para dar ni recibir, sino compartir. Y eso mismo es en lo que muchos religiosos, o pseudo-religiosos no observan la palabra. Utilizan la iglesia para obtener sus bienes de manera fácil. Para hacer la obra de Dios no se necesitan lujos ni para vivir o depender de la feligresía. Esa es una de las tentaciones que ellos mismos cometen.
Sonia Gonzalez - 9 years ago
Es una afrenta contra la inteligencia humana. Un pastor no necesita ni carros de lujo, ni aviones ni nada de eso. Que se le pague un sueldo adecuado por su labor está bien; pero querer vivir en lujo a costa de los feligreses es una charlatanería.
La vida no es para dar ni recibir, sino compartir. Y eso mismo es en lo que muchos religiosos, o pseudo-religiosos no observan la palabra. Utilizan la iglesia para obtener sus bienes de manera fácil. Para hacer la obra de Dios no se necesitan lujos ni para vivir o depender de la feligresía. Esa es una de las tentaciones que ellos mismos cometen.
Es una afrenta contra la inteligencia humana. Un pastor no necesita ni carros de lujo, ni aviones ni nada de eso. Que se le pague un sueldo adecuado por su labor está bien; pero querer vivir en lujo a costa de los feligreses es una charlatanería.